No olvides en la abundancia lo agradecido que eras en la escasez
Por: Fabian Dangond Ingeniero industrial, desarrollador social y cristiano emprendedor. Fuente: Revista Enfoque Caribe. Muchas son las conversaciones que compartimos a diario con amigos y compañeros de trabajo. En un día normal, en la oficina, recibí una llamada telefónica de una amiga que me manifestó estar seriamente preocupada porque no encontraba palabras para comunicarse adecuadamente con su hermana. Me comentó que toda la mañana estuvieron juntas y ella no hizo más que lamentarse de la situación en su trabajo y los ingresos que obtenía cada mes. Se sintió impotente al ver que, por más que le insistía, no lograba, al menos, hacerle reconocer que era una bendición estar laborando y esa actitud no le ayudaba a ver qué había más allá del difícil momento que atravesaba, debido a que no llenaba las expectativas profesionales que tenía. Le conté la historia de un hombre que, después de mucho tiempo de vivir en unión libre, decidió pedirle matrimoni